El Reino Elemental

 

 

 

Nuestro proceso evolutivo, es una serie de complejas instancias y aprendizajes que poco a poco nos llevan a ser mejores personas, hasta terminar nuestra evolución, y a partir de allí, continuar con otras instancias mas elevadas. Pero en todo ese proceso estamos acompañados de dos Reinos más: el Reino Angelical y el Reino Elemental; quienes también están haciendo su propia evolución en servicio al Reino Humano.

No hablaremos hoy del Reino Angelical, pero si vamos a detenernos en el Reino Elemental; que está conformado por los cuatro elementos, a saber: las Ondinas del Agua, las Salamandras del Fuego, las Sílfides del Aire y los Gnomos de la Tierra. Estos elementos son inteligencias con cuerpos de material etérico, lo cual hace muy difícil verlos, pero no imposible; se han registrado muchos avistamientos a lo largo de la historia. Este Reino está perfectamente organizado según su grado evolutivo; por ejemplo un gnomo comienza siendo una pequeña flor de campo, y, luego de muchas primaveras, puede convertirse en un deva guardián de un jardín entero. Los elementos, tienen Directores Elementales de gran porte y poder, que los dirigen; ellos son: del Agua Neptuno y Lunara; del Fuego, Helios y Vesta; del Aire, Thor y Aries y de la Tierra, Pelleur y Virgo.

La principal función del Reino Elemental, es colaborar con la evolución del Reino Humano, ofreciendo un hogar confortable donde vivir, en este caso, el Planeta Luz Tierra; y generar los elementos necesarios para darle un cuerpo físico a la Chispa Divina, que en este caso sería ofrecer el agua y la tierra para nuestro cuerpo físico y emociones, y el aire y fuego para nuestra mente. También generar las cosechas para darle energía a ese cuerpo físico, y brindar la inteligencia y sabiduría de la naturaleza para recuperar los casos de salud perdida.

Este es el plan original y es hermoso; pero todos en este Universo tenemos Libre Albedrío, y como el Reino Elemental realiza su trabajo esencialmente copiando y sosteniendo mentalmente sus funciones, algunos elementos han copiado el mal comportamiento del Reino Humano en tantas guerras, sufrimientos, traiciones, odios y demás asuntos negativos; lo cual ha hecho que muchos elementales rebeldes, molestos por el maltrato humano y copiando esas feas actitudes, se desborden en inundaciones, tornados, terremotos y demás catástrofes mundiales; devolviéndole al ser humano, por ley de Causa y Efecto o Karma, el propio mal que él ha generado.

Todo el mal uso que le damos al Reino Elemental, se nos está devolviendo; es por eso que sufrimos del calentamiento global. Es necesario que revisemos nuestra relación con ese Reino que está para servirnos, y dejemos de tratarlos como material de desecho, buscando la verdadera armonía y trabajo en equipo.

Por eso no te quejes más ni maldigas a la lluvia cuando llueve, pues alimenta el campo y limpia; no maltrates a la tierra, contaminándola con desperdicios químicos o enterrando cuerpos; no insultes al aire o te quejes por el calor o el frío; mas bien bendice el fuego que purifica y consume todo lo negativo.

Es necesario que hagamos un “mea culpa” de nuestra actitud, y empecemos un camino de Perdón hacia ese maravilloso Reino, pidiendo perdón por los errores cometidos y perdonando cualquier desastre natural que veamos o vivenciemos. Se, que para el que lo está sufriendo, no es algo sencillo; pero hay que pensar que fuimos nosotros primero los que generamos el descontento y rebeldía elemental. Aquí te dejo algunos decretos que pueden ayudarte, recuerda que siempre se debe invocar primero a los Directores Elementales, pues ellos deben obedecer.

“YO SOY Invocando a los Directores Elementales del elemento (Tierra, Aire, Agua o Fuego), los Amados (Pelleur y Virgo, Thor y Aries, Neptuno y Lunara o Helios y Vesta), a que asuman el mando y comando de estos elementales rebeldes; y les devuelvan a su plan original. Por el mal uso de estos elementos, YO SOY invocando a la Ley del Perdón y del olvido, pidiendo perdón y perdonando a todo elemental que haya cometido alguna falta con el Reino Humano; y lo envuelvo en mi círculo de amor, agradeciéndole eternamente por el servicio que nos prestan. Gracias Padre, Amén”